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Justificación (problema)
Durante las últimas décadas nuestra sociedad contemporánea ha visto un llamativo crecimiento de la brecha que marca las diferencias sociales. Este fenómeno representa serias implicaciones a los principios de justicia y equidad plasmados en la declaración universal de los Derechos Humanos. Adicional a esto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó que uno de los objetivos de las naciones para el nuevo milenio era reducir la brecha de las desigualdades sociales en todo el mundo. Sobre este tema, internacionalmente comenzó a utilizarse el coeficiente Gini para medir la desigualdad social en las naciones y dentro del ranking de países que de esto se derivó, encontramos a Colombia como el país más desigual de Latinoamérica y el séptimo a nivel mundial.
Según Bayón y Saraví (2019), esta situación genera disparidades en el acceso a los servicios de salud, segregación residencial, una total ausencia de experiencias sociales compartidas y una fuerte segregación educativa como una de sus expresiones más evidentes. La marcada disparidad en las posibilidades económicas de diversos grupos sociales genera que solo ciertas porciones de la población puedan acceder a una oferta cultural y educativa amplia y de calidad. En la actualidad, solo un bajo porcentaje de la población se ve beneficiada de los aportes que el acceso a la cultura ofrece a través del acceso a diversos productos artísticas y literarios, para el consumo personal de disfrute o como complemento a los procesos de formación o investigación, además de los ya conocidos dentro de los espacios académicos
De hecho, la última encuesta del DANE (2020) reveló que en Colombia sólo el 15% de la población mayor de 12 años afirma leer libros y, dentro de los motivos de no lectura está la falta de libros en casa (95,7%) y la no posibilidad de acceso a dispositivos electrónicos para la lectura (98%) (Encuesta de Consumo Cultural, 2020). También revela otros motivos de no lectura que llaman la atención: falta de dinero (95,7%), problemas de salud o discapacidad (95,2%) y, las bibliotecas y los sitios donde se consiguen están lejos (98,6%). Contrastando lo anterior con la variante falta de tiempo (65%) o falta de interés (35,7%), se puede concluir que, dentro de los factores de disminución de los hábitos de lectura en la actualidad, la baja accesibilidad de la oferta literaria es fundamental para disminuir la motivación considerando que más del 64% de la población colombiana estaría interesada en leer un libro.
Considerando los ya sabidos beneficios que tiene la lectura sobre un amplio acervo de aspectos cognitivos y del desarrollo tanto en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, la promoción de los hábitos de lectura resulta fundamental para mejorar los procesos educativos y de salud en toda población (Torres, 2012). A su vez, el impacto que la educación tiene en el desarrollo económico de los individuos crea un ciclo en el que aquellos con menores ingresos y con una educación más empobrecida a su vez se encuentran en desventaja, con menos oportunidades para mejorar su solvencia económica.
La lectura es una herramienta para adquirir nueva información y este proceso es fundamental para ampliar nuestro lenguaje y vocabulario, extender nuestros conocimientos sobre el mundo y cómo funciona, desarrollar pensamiento crítico y estimular nuestra imaginación. De esta manera, la lectura mejora la calidad de vida de las personas sirviendo como soporte para procesos educativos, como actividad de ocio o para que las personas puedan conocer y desenvolverse mejor en el contexto en el que viven. Es dentro de este panorama que, las industrias literarias tienen el potencial de fungir como actores inclusivos aportando al desarrollo de diversos proyectos literarios y/o científicos dentro de las comunidades.
La idea del proyecto nace como una propuesta para promover el hábito de la lectura y la creación de proyectos de investigación/creación y culturales en las comunidades incluidas en el itinerario. Adicionalmente busca consolidar espacios de promoción y divulgación de cultura en estos territorios para la emergencia de nuevas propuestas locales en el sector de las industrias creativas y culturales.
La propuesta de la feria del libro itinerante servirá como plataforma para conocer de manera directa en qué estado de desarrollo se encuentra la oferta cultural y literaria en cada uno de los municipios. Si bien partimos de la premisa de que en éstos municipios el desarrollo de industrias culturales necesita potencializarse, es nuestro interés conocer la percepción de los pobladores acerca de la oferta cultural en sus municipios. Así, se abre una ventana para reconocer en qué aspectos es importante trabajar en el desarrollo de posteriores proyectos que busquen ampliar la oferta cultural en el departamento.

Antecedentes
De acuerdo con el libro Las ferias del libro. Manual para expositores y visitantes profesionales, escrito por Richard Uribe y publicado por el Cerlalc, las ferias del libro surgieron como escenarios estrictamente comerciales que han evolucionado a “eventos que giran alrededor de los libros en su cualidad cultural y no sólo de bien económico”. Como muchos autores aseguran, las ferias del libro giran alrededor de la complejidad cultural que presentan los contenidos, sus actores y todo lo que los rodea dignificando la necesidad de conocimiento y de convocarse alrededor del placer de la lectura (De la Mora & Chapoy, 2011). Las ferias del libro son promovidas desde las industrias editoriales que abren espacios donde el libro tiene otro posicionamiento, diferente al de las librerías o bibliotecas, promoviendo un evento en el que se encuentran la oferta del sector editorial y la demanda: lectores consolidados y potenciales;“De este modo, cualquier feria del libro representa una gran ocasión para vender libros y generar más lectores.”, asegura Uribe.
En el documento también se señala que “La feria del libro se puede configurar como una posible expresión de los bienes simbólicos y de los valores culturales de una ciudad, estado, región o nación. Dicho de otra manera, la feria del libro como un espacio para la expresión de identidades y de la diversidad cultural.” Por lo tanto, las ferias del libro no sólo son eventos comerciales en los que las editoriales instalan una muestra de sus catálogos, sino que también son vitrinas para actores de las industrias creativas -tanto establecidos como emergentes-, espacios de encuentro de la comunidad con nuevas propuestas culturales y de entretenimiento, campos de estudio académico, y, por último, plataformas para la consolidación de proyectos locales de investigación/creación y emprendimientos del sector de las industrias creativas y culturales.
El sistema de colombiano de ferias del libro tiene un calendario de más de diez eventos que se realizan en ciudades capitales del país. Por esta razón deja por fuera la posibilidad de conexión con comunidades en la mayoría de municipios y regiones del territorio nacional. Este proyecto propone un modelo de coordinación y gestión de ferias del libro itinerantes que impacten directamente a las comunidades que no tienen acceso permanente a la cadena tradicional de valor del libro con el objetivo tanto de establecer un evento comercial de libros, sino de consolidarse como espacios de divulgación, investigación, creación y disfrute cultural en las regiones., El proyecto pretende fortalecer la oferta cultural y creativa de un conjunto de municipios del Departamento de Cundinamarca (Choachí, La Calera, Sopó, Guasca, Guatavita y Suesca) a través de la realización de un circuito de seis ferias culturales y del libro, donde se invite a participar a las industrias de este sector de cada territorio. Cada una tendrá una semana duración y el proyecto culminaría en un semestre.
El público objetivo serán los residentes y visitantes de los municipios en los que se va a realizar cada una de las ferias, promoviendo así la articulación de las industrias creativas y culturales de los municipios participantes.

Adicionalmente esta actividad impulsará la economía de cada territorio dado que durante la ejecución de este se exhortará a los establecimientos comerciales y/o turísticos de cada municipio a promocionar sus productos y servicios.

Finalmente, la propuesta de la feria del libro ambulante servirá como plataforma para conocer el punto de desarrollo en que se encuentra la oferta cultural y literaria en estos territorios. Si bien partimos de la premisa de que en estos municipios el desarrollo de industrias culturales necesita potencializarse, es nuestro interés conocer de primera mano a través de sus pobladores cómo perciben la oferta cultural en el departamento. Así, se abre una ventana para reconocer en qué aspectos se requiere una intervención para que todos los cundinamarqueses gocen del derecho al acceso a la cultura., Es un proyecto pertinente, oportuno y necesario. Hay una problemática clara y un grupo de beneficiarios claro. Es un proyecto viable en el tiempo estipulado.

2022
Cundinamarca
Choachí
Proyectos Sin Aportante Identificado (PAI)
$90.413.180
$86.197.839