A manera de resistencia cultural, existen propuestas que reivindican las comidas e identidades culinarias tradicionales, reconociéndolas como patrimonio que debe ser reconocido, transmitido y salvaguardado en beneficio de las generaciones presentes y futuras. El reconocimiento de las raíces geográficas y culturales tanto de ingredientes, técnicas y sabores de cara a la estandarización de lo tradicional y posicionamiento de la cocina como nicho de atracción turística y comercial es una necesidad cada vez más sentida en ciudades como Barranquilla que cuentan con los escenarios naturales para desde el turismo apalancar la exploración del patrimonio que potencialice la gestión cultural desde la identidad del territorio.
El reconocimiento de las cocinas tradicionales para la apropiación del patrimonio culinario, requiere de un modelo que posicione a Barranquilla como nicho para el turismo gastronómico con identidad cultural a nivel nacional e internacional, para ello se contempla diagnosticar los saberes y prácticas asociados a la alimentación autóctona en Barranquilla realizando un inventario analítico en los barrios que conforman las localidades del distrito, para lo cual se contempla involucrar a los cocineros populares de la ciudad, atendiendo a la vida y obra de quienes portan la tradición culinaria a través del diseño de herramientas de recolección de información en campo y el desarrollo de una metodología de investigación social participativa.