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Avalado

De conformidad con los artículos 67 y 68 de la Constitución Política de Colombia, la educación, además de ser un derecho de la persona, se configura como un servicio público con función social que goza de obligatoriedad. Aunado a esto, se establece que entidades particulares puedan brindar este servicio, siempre que cumplan con los lineamientos y condiciones establecidos por la ley. De acuerdo con lo expresado, la Universidad INCCA de Colombia, obtuvo personería jurídica por parte del Ministerio de Justicia a través de Resolución No. 1891 del 19 de junio de 1963, posteriormente, alcanzó su reconocimiento como institución de educación superior mediante Decreto No. 687 de 1970, expedido por el Gobierno Nacional. A partir de allí ha venido trazando un camino abocado a la inclusión y educación de la sociedad menos favorecida, apostando por una formación en todos los niveles educativos reconocidos. Empero, con el paso del tiempo ha ido identificando retos cruciales que deben ser afrontados para conseguir aportar a la inversión educativa, la ampliación de la cobertura, el fortalecimiento de la calidad y la pertinencia de su acción.

Primer reto. La inversión. Se entiende como la necesidad que tienen las Instituciones de Educación Superior de obtener capital que les permita renovarse continuamente, conforme a las demandas del sector en lo concerniente a la infraestructura física y tecnológica, lo que repercute de manera decisiva en: primero, la actualización de los medios educativos empleados para el proceso de enseñanza – aprendizaje de modo que haya una adaptación al entorno y las nuevas tecnologías existentes;segundo, el bienestar, en tanto que el mejoramiento del entorno se traduce en una mayor satisfacción, y;tercero, la visibilidad de la academia, a partir de la construcción de escenarios que sean favorables para el desarrollo de su comunidad.

Segundo reto. La cobertura. Se identifica como el compromiso que tiene la nación y las IES que hacen parte del sistema, frente a la ampliación del aumento en el número de aspirantes para los diferentes niveles formativos a partir de la mejora en las condiciones de accesibilidad y una variedad de oferta que responda a los intereses y necesidades tanto personales como del sector productivo;el incremento de la capacidad de atención del estudiantado de las Instituciones de Educación Superior implementando los diferentes tipos de modalidad estipulados en la normatividad (presencial, dual, a distancia y virtual);y, la ampliación de impacto de la oferta educativa en sectores del país en donde las posibilidades formativas son limitadas o insuficientes.

Tercer reto. La calidad. Es preciso advertir que el sistema educativo colombiano, liderado por el Ministerio de Educación Nacional, cuenta con diferentes mecanismos, avalados por la ley, a través de los que se verifican las condiciones que debe cumplir una institución educativa para continuar ofertando sus servicios. Para definir este cumplimiento se realizan ejercicios de autoevaluación e informes de gestión, los cuales permiten determinar el nivel de avance alcanzado por las instituciones, en consonancia con los factores de calidad definidos para evaluar su desempeño y así, consecuentemente, definir las estrategias para lograr indicadores más favorables. El principal reto, en este caso, es el de responder correctamente con todos los parámetros estipulados en relación a la calidad educativa, actuales y futuros.

Cuarto reto. La pertinencia. El mayor desafío de las Instituciones Educativas es brindar una educación ajustada a la realidad, que se actualice constantemente en armonía con los avances científicos, técnicos, tecnológicos, culturales, económicos, políticos y ambientales. Así como estar a la vanguardia de los movimientos educativos, en cuanto a la actualización de los métodos y estrategias pedagógicas y didácticas, y a la variación de la oferta nacional e internacional en torno a los perfiles requeridos por el sector productivo.

Quinto reto. La formación para la paz. Colombia, es un país latinoamericano que ha afrontado un periodo de guerra sin precedentes, el cual dejó tras de sí la necesidad de reconstruir las relaciones sociales a partir del reconocimiento y el perdón. Ahora bien, la paz es una categoría con gran relevancia que nos conduce a repensar la educación, asumiéndola como un paradigma conducente a la inclusión y humanización de todo el constructo social. Nuestro país, en el presente, enfrenta un momento coyuntural producto de la suscripción de los Acuerdos de Paz de La Habana, acción con la cual se buscaba dar fin al conflicto armado nacional, evitando la afectación de nuevas víctimas, y concentrando todos los esfuerzos en construir una paz estable y duradera.

De lo anterior deriva la necesidad de afianzar un modelo educativo dirigido a la educación de nuevos ciudadanos, socialmente responsables de su proyecto de vida y el de su comunidad, que sean promotores del diálogo y la convivencia, que tengan un compromiso con la cultura de paz, entendiendo que su materialización es posible a través de la coexistencia en condiciones de respeto, equidad, igualdad y justicia social. Es por esta causa que al detectar el poder revolucionario de la educación, en un sentido positivo y transformador, la institución apuesta por un modelo enfocado en la construcción de paz y el arte., INCCA: Distrito Educativo y Cultural es un proyecto ideado por la Universidad INCCA de Colombia, primero de esta naturaleza en América Latina y primero en el país promovido por el sector privado. La fundamentación está dada por tres aspectos. Primero, por la identificación de las necesidades de formación de la población que habita de manera permanente y/o itinerante el sector de La Alameda, Localidad de Santa Fé . Segundo, por la necesidad de resignificar lugares, transformar el entorno desde las artes, promover el uso adecuado del espacio público en función de procesos de enseñanza aprendizaje, y, con ello promover el desarrollo cultural y económico del sector. Tercero, por la experiencia institucional en el ámbito artístico, cultivando a lo largo de sus 67 años de historia, importantes contribuciones al entorno mediante la música y el teatro.

Cuatro son sus componentes: (1) innovación educativa y de gestión social, (2) Arte, infraestructura y desarrollo urbano, (3) movilización social, y, (4) HUB para la sostenibilidad. Con ello, la Universidad busca que su propia Infraestructura se adecue aún más para la promoción del desarrollo cultural y económico del sector, al tiempo que cada espacio público e incluso privado, pueda ser identificado, rediseñado y destinado a ser un detonante de los procesos de enseñanza ⇆ aprendizaje fortalecidos por el arte, la cultura y el emprendimiento. Esto con el fin de lograr una transformación sobre los sujetos que, tras participar en estos procesos, se reconocerán como ciudadanos autónomos y activos, incluyentes, interculturales y cuidadores del medio ambiente, bajo un modelo pedagógico basado en las Teorías Críticas Sociales.

Este proyecto cuenta con la cogestión de la Corporación Universitaria Taller 5, el Colegio Universitario Jaime Quijano Caballero, los Colegios Cambridge, y, ROAM Estudio Arquitectura. También con el apoyo de otros actores importantes del sector como ASOSANDIEGO, la Alcaldía Local de Santa Fé y colectivos sociales como Graffity Área Centro, compuesta por la Localidad Santa Fé y Candelaria, así como el grupo: párchese a los populares., cuenta con buen soporte metodológico , argumentación con objetivos bien justificados. Identificación clara de la problemática de la zona y es claro , completo y detallado.

2022
Bogotá, D.C.
Bogotá, D.C.
Proyectos Sin Aportante Identificado (PAI)
$24.000.000.000
$14.700.000.000