La Escuela Itinerante Comunitaria de Arte para la Paz, tiene sus orígenes en el año 2.003 por medio del proyecto “Acto Creativo”, el cual surgió como respuesta a las múltiples dinámicas y necesidades encontradas en nuestro territorio Colombiano, siendo una propuesta de formación y sensibilización que desde las artes ha contribuido a salvaguardar la integridad física, mental y emocional de las comunidades. A lo largo de los años se ha realizado una inmersión minuciosa haciendo un diagnóstico con las y los jóvenes, niñas y niños, población adulta mayor y población en condición de discapacidad, para determinar cuáles son sus necesidades reales y así poder brindar herramientas claras y útiles que desde el arte les aporte para generar reflexiones y transformar sus realidades.
Por ello desde el año 2003 hasta el 2009 nuestro proyecto de formación y sensibilización artística estuvo centrado en “Tejer Urbe”, poniendo la lupa en las problemáticas sociales latentes en las comunas 5 y 6 de la ciudad de Medellín, tales como la herencia del narcotráfico, la captación de jóvenes a participar en bandas criminales, normalización del consumo de sustancias alucinógenas, prostitución, explotación sexual he incremento de homicidios, sumado al alto índice de violencia familiar, entre otros. Es así como nuestro aporte se centró en generar procesos reflexivos en donde el arte se constituyó como mecanismo de autoprotección, de esta forma indagamos en las diferentes posibilidades de re-habitar el territorio, identificando paradigmas limitantes para transformarlos, resaltando el valor de la vida. En estos primeros 7 años logramos quitarle a las Bacrim alrededor de unos 700 niñas, niños y jóvenes que vieron en el arte una alternativa de vida, minimizando los índices de violencia intrafamiliar y el consumo de sustancias psicoactivas, además se impactó a sus núcleos familiares llegando así a más de 3.200 beneficiarios indirectos.
A partir del 2010 hasta el 2013 el enfoque de Acto Creativo fue la familia, pues se observaron ciertas falencias en los canales de comunicación que en su mayoría estaban mediados por dispositivos electrónicos, coartando los lazos afectivos, los vínculos de confianza y el relacionamiento cotidiano, además de propiciar el enajenamiento de la realidad propia. Como estrategia de intervención, se vincula el componente psicosocial como eje transversal acompañando los procesos de formación en artes, dando herramientas importantes para poder comprender, analizar y transformar comportamientos nocivos y en consecuencia aportar para el desarrollo de habilidades del ser que permitan mayor empatía con sigo mismo y con los otros. Aquí se mantuvo un promedio de 100 beneficiarios directos por año.
En el año 2014 surge la necesidad de vincular a otros grupos poblacionales como una oportunidad de brindarles un espacio amplio para que sus voces se manifestasen, resonando en un territorio marcado por las fronteras invisibles, es así que se suman a nuestro proyecto de formación la primera infancia, la población en condición de discapacidad, los adultos mayores y la mediana edad (madres). La temática trasversal fue “el territorio”, en primera instancia la calle, puesto que comenzamos a vivenciarla en el corazón de nuestros procesos, siendo éste un tema recurrente a la hora de crear, la deserción de los jóvenes fue evidente producto de las amenazas y la legitimación del miedo como poder imperante que logró silenciar muchas vidas, convirtiéndose la calle en escenario de disputa de poderes. En respuesta a esto resignificamos éste escenario como lugar de expresión, fiesta, creación, encuentro y construcción, por ello algunos de nuestros talleres y las muestras artísticas se trasladaron a la esquina, la cancha, las cuadras, permitiendo no solo que los grupos que integran nuestros procesos de formación volvieran a habitar el espacio público, sino también vincular a la comunidad y en colectivo re significarlo como un espacio vivo susceptible de ser transformado.
Lo anterior nos dio la entrada a expandir la noción de territorio más allá del espacio físico y comprender que coexisten otras realidades que atraviesan al sujeto, es así como surgió en el año 2016 “territorialidades emergentes” como una propuesta para interiorizar en el Ser a través de tres territorialidades;el intrapersonal, que aborda las relaciones consigo mismo, interpersonal, que contempla la relación con los otros y macro global que abordaba las relaciones con el entorno. Desde allí nacieron grandes reflexiones que llevaron a movilizar el pensamiento frente al cuerpo como un territorio político, sagrado, diverso, cambiante, para luego transitar a las relaciones con el otro que también me construyen y deconstruyen, acto seguido, está la relación con el medio ambiente, con el “todo”, para desde allí aportar en la construcción de ciudadanía, seres con criterio, amorosos con sigo mismos y con el ambiente. Este proceso de formación y sensibilización comprendió tres etapas realizadas entre el año 2016 y 2020 acogiendo a más de 20 procesos de formación por cada año y trascendiendo el territorio hacia otros municipios de Antioquia y Chocó. Durante estas versiones se fortaleció el componente psicosocial con la realización de una investigación social de carácter cualitativo, la cual quedó consignada en un cuadernillo obteniendo resultados claros sobre el impacto que genera nuestro proyecto en los participantes, además se incluyó una capacitación especializada para los artistas formadores buscando clasificarlos en nuestra metodología LAPT (Lúdica, Acción, Participación, transformación).
Desde el año 2021 pasamos de ser un proyecto de formación que incide en ciertas problemáticas contextuales a configuramos como “La Escuela Itinerante Comunitaria de Arte para la Paz”, la cual reúne la experiencia de la corporación Renovación de la ciudad de Medellín durante 19 años de trabajo continuo con procesos de formación artística en entornos comunitarios desde lo metodológico, pedagógico, artístico, psicosocial, proyectivo y lo contextual, visualizando al ser holísticamente. Con este proyecto, la escuela seguirá siendo una alternativa de formación de líderes y lideresas constructores de paz, en beneficio de la vida en todas sus manifestaciones, que tendrán como misión acercar la lúdica y las expresiones artísticas y culturales a sus familias, escuelas y grupos comunitarios, contribuyendo a transformar las relaciones entre las personas y la madre naturaleza. La escuela desde su carácter de itinerancia tendrá incidencia en tres departamentos de Colombia (Antioquia,Chocó y Córdoba) propiciando así el trabajo con 25 grupos compuestos por 500 niñas, niños jóvenes, adultos, población en situación de discapacidad, mujeres cabeza de familia y adulto mayor, residentes en zonas urbanas y rurales los cuales tienen acceso limitado a este tipo de ofertas de formación desde las artes.
La Escuela tiene como bandera el concepto de Paz como una construcción consciente que nos lleva a disfrutar de la vida a plenitud y en armonía, siendo ésta una práctica clave desde donde promovemos liderazgos amorosos que resaltan la capacidad de toma de decisiones con autonomía, criterio, empatía para su propio bienestar y el bien común. En conclusión este proceso le apuesta a la formación de líderes y lideresas de sus propias vidas que construyen paz desde su Ser aportándole al tejido social de la comunidad., La Escuela Itinerante Comunitaria de Arte para la Paz, Reúne la experiencia de la corporación Renovación de la ciudad de Medellín durante 19 años de trabajo continuo con procesos de formación artística en entornos comunitarios desde lo metodológico, pedagógico, artístico, psicosocial, proyectivo y lo contextual, visualizando al ser holísticamente. Con este proyecto, la escuela seguirá siendo una alternativa de formación de líderes y lideresas constructores de paz, en beneficio de la vida en todas sus manifestaciones, que tendrán como misión acercar la lúdica y las expresiones artísticas y culturales a sus familias, escuelas y grupos comunitarios, contribuyendo a transformar las relaciones entre las personas y la madre naturaleza.La escuela desde su carácter de itinerancia tendrá incidencia en tres departamentos de Colombia (Antioquia,Chocó y Córdoba) propiciando así el trabajo con 30 grupos compuestos por 600 niñas,niños jóvenes, adultos, población en situación de discapacidad, mujeres cabeza de familia y adulto mayor, residentes en zonas urbanas y rurales los cuales tienen acceso limitado a este tipo de ofertas de formación desde las artes.
La Escuela tiene como bandera el concepto de Paz como una construcción consciente que nos lleva a disfrutar de la vida a plenitud y en armonía, siendo ésta una práctica clave desde donde promovemos liderazgos amorosos que resaltan la capacidad de toma de decisiones con autonomía, criterio, empatía para su propio bienestar y el bien común. En conclusión este proceso le apuesta a la formación de líderes y lideresas de sus propias vidas que construyen paz desde su Ser aportándole al tejido social de la comunidad.
como estrategia para la implementación de este proyecto se construirán alianzas a nivel comunitario., Los objetivos del proyecto son específicos, medibles y alcanzables. La propuesta es clara e identifica el problema: la herencia del narcotráfico, la participación de jóvenes en bandas criminales, la normalización del consumo de sustancias alucinógenas, la prostitución y la violencia familiar. Como solución se plantea el fortalecimiento de habilidades artísticas para construir una vida a plena y armonisosa.