El proyecto se basa en enseñar sobre el cuidado y la protección de las fuentes hídricas a 500 estudiantes de la básica segundaria de Santa Marta, haciendo un honor ambiental a la ciudad más antigua de Colombia, en sus 500 años; la idea, es lograr dicha enseñanza través de la práctica de juegos tradicionales, el conocimiento impartido mediante la tradición oral/local sobre los beneficios del cuidado de los ríos a nivel ambiental/social y la siembra de árboles alrededor de las quebradas, como reguladores y potenciales restauradores de sistemas acuíferos. Se planea que los estudiantes puedan desarrollar estas actividades de práctica y escucha, fuera de la acostumbrada aula de clases, siendo así trasladados al área turística de Cerro Seco, el cual es un destino turístico sostenible ubicado en la vereda Buenos Aires, de la ciudad de Santa Marta, que cuenta con una delimitación geográfica de 14 hectáreas, las cuales están compuestas de un bosque seco tropical que es el hábitat, el refugio y la fuente de alimentación de una amplia cantidad de mamíferos, aves y reptiles, a su misma vez, es la casa de quebradas que alimentan la parte media y baja de los ríos Minca y Manzanares en la ciudad.
