Estamos viviendo en esta década las consecuencias ecológicas de los últimos 100 años de la Gran Aceleración del desarrollo industrial. Vamos corriendo a toda velocidad para distanciarnos del pasado, en búsqueda de respuestas, cuando nuestros ancestros tenían la mayoría de ellas. Volver al origen, a lo esencial, es fundamental para corregir el rumbo y asegurarle un planeta sano, y recursos abundantes a nuestras próximas generaciones.
El desgaste ecológico que estamos generando con el modelo actual de producción no solo está poniendo en riesgo la salud de los ecosistemas y su biodiversidad, sino también los milenios de acumulación de conocimiento por parte de la diversidad etno-cultural, siendo este Patrimonio de la Humanidad. La extinción del conocimiento ancestral es una enorme perdida.
Creemos que mitigar el cambio climático es interdependiente a la reivindicación de la diversidad cultural. Los procesos productivos tradicionales y artesanales no solo son formas alternativas de consumo que no comprometen la salud de nuestros ecosistemas, también son la manifestación de la diversidad de formas de comprender el mundo y la vida: la expresión de una cosmovisión.
La presión que genera la competencia económica de los procesos productivos hegemónicos están extinguiendo saberes y raíces culturales fundamentales para muchos núcleos etno-culturales.
¿Todo tiempo pasado fue mejor? Es claro que la sociedad ha evolucionado en su desarrollo tecnológico, sin embargo, el acceso a nuevo mecanismos económicos, industriales y técnicos, no crecen a la misma velocidad que nuestro desarrollo de consciencia. Corremos a toda velocidad para distanciarnos del pasado, en búsqueda de respuestas, cuando nuestros ancestros tenían la mayoría de ellas. Y si en vez de caminar en línea recta, ¿Damos un giro atrás en el tiempo?
Casa Felina nace del sentimiento de sus fundadores María Fernanda y Nicolás, quienes asumieron un cambio de vida, observando sus acciones diarias, las personas con quien interactuaban, los productos que consumían, los lugares que habitaban, los trabajos en los que participaban, para vivir ahora, más atentos al impacto que generan en el planeta, en el otro, y en ellos mismos. Después de años de viajar por el mundo, despojándose de dogmas impuestos por el sistema, buscando día a día nuevos productos y estrategias para volver a lo simple, a lo natural, a la fuente, decidieron emprender un proyecto que invitara a otros a sumarse a un cambio de estilo de vida.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Ambiente, en promedio, cada colombiano emite cuatro toneladas de carbono al año, que, si la comparamos con un bosque, es similar a las emisiones que anualmente captura una hectárea mayor a 20 años. Aún conociendo este daño, la humanidad insiste en cambiar selva por urbanizaciones y bosques en carreteras. La ruta que encontró Casa Felina para generar consciencia, es llegando a las personas a través de la consolidación de una comunidad alineada por el mismo propósito, donde existan cursos, charlas, eventos, y a mediano plazo, aldeas enteras donde co-habiten, aplicando las técnicas ancestrales y la sabiduría de nuestros abuelos, que convivían en equilibrio con el entorno, con el otro y con su ser espiritual.
No buscamos satanizar la tecnología, todo lo contrario, buscamos encontrar las mejores bondades de las plataformas del pasado, con las del futuro, para lo cual usaremos aplicaciones móviles, streaming, big data, para comunicar personas, y sensibilizarlos con técnicas que impacten de manera el mundo en el que vivimos. El problema no es la tecnología, sino lo que hacemos con ella. La tecnología es una gran herramienta, y desarrollar el correcto uso de ella es el desafío actual., Casa Felina es una plataforma virtual y una APP, que promueve un modelo de estilo consciente, y acompaña a las personas en su proceso de transición y cambios de hábitos, para vivir una vida que reduzca la huella de carbono, mitigue el calentamiento global y revindique el Patrimonio Cultural de la humanidad con toda su tradición y ancestralidad.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Ambiente, en promedio, cada colombiano emite cuatro toneladas de carbono al año. Esta cifra es similar a las emisiones que anualmente captura una hectárea de bosque mayor a 20 años o se puede asemejar a las que produce una persona que maneja durante 15.000 kilómetros. Con el fin de reducir ese impacto, CASAS FELINA creará una plataforma educativa tipo e-learning, del cual el referente más cercado es GAIA, donde impartirá cursos y charlas con las siguientes temáticas: 1. El impacto de un ser humano en nuestro planeta, y la importancia de nuestros hábitos de consumo. 2 técnicas ancestrales como soluciones al calentamiento global aplicados en la vida cotidiana. 3. Los cambios en el ser, la comunidad y en planeta, con pequeñas acciones. 4. Cómo medir nuestra huella día a día. Además, desarrollará una APP, para crear comunidad y acompañar a las personas durante su proceso de transición de estilo de vida, para ello, la app tendrá una herramienta que le permitirá contabilizar el impacto de carbono que genera, arrojará recomendaciones para reducirla y además, tendrá una lista de marcas y productos recomendados para incorporar en la vida cotidiana, que estén alineados al propósito ambiental., Una vez realizada la segunda revisión del proyecto se encuentra que fueran atendidas varias de las observaciones en cuanto a la formulación y estructuración del proyecto, no obstante, se encuentra información sin diligenciar como por ejemplo los objetivos 4 y 5, sin embargo y teniendo en cuenta la lectura global del proyectos, además de la información aportada en la descripción del proyecto, en el cronograma, el presupuesto y otros acápites y documentos se puede entrever que el proyecto está diseñado en 3 objetivos específicos. Razón por la cual se considera que la información parcialmente diligencia en los campos de los objetivos 4 y 5 puede ser un error en el diligenciamiento del formulario lo cual no afecta de manera sustancial la estructura del proyecto.