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Avalado

Desde el punto de vista económico, según el DANE (2019) en la Encuesta Nacional Agropecuaria, afirma que el uso del suelo para el sector agrícola es muy bajo comparado con el sector pecuario. Este último ocupa el 77.9%, mientras que el primero ocupa tan sólo el 9.2% del porcentaje total que equivale a 50.102.269 hectáreas (1).
Además, se evidencia según el registro del ENA que el cultivo de hortalizas, verduras y legumbres representa los valores más bajos en área sembrada, cosechada y productiva respecto a los demás sectores con un área sembrada de 288,212 ha.;Frutales 505,164 ha.;Tubérculos y plátano 574,770ha.;Plantaciones forestales 716,501ha.;Cereales 984,859ha.
Sumado a las cifras anteriores, las actividades de innovación en estos sectores no fueron muy alentadoras. De las 2.085.423 UPAs (Unidades de Producción Agropecuaria) el 5.3% realizaron alguna innovación, y menos del 1.5% iniciaron mejoras en sus procesos productivos, siendo una de las razones principales para estos cambios: “mejorar la rentabilidad de la actividad” (1).
Para permitir que los micro, pequeños, medianos productores de cultivo agrícola, tengan una mayor rentabilidad, deben empezar a realizar un cambio socio-cultural, empezando desde sus tradiciones para cultivar: sembrar la tierra, cosechar y recolectar. Esta transición hacia un nuevo campo tecnificado sólo se podrá lograr con el apoyo del Estado, un apoyo que inicia con ayudas económicas que contribuyan a la compra de tecnología, procesos automatizados, capacitaciones, todo esto enmarcado en un globo social, donde el resultado final beneficie tanto al campesino, al distribuidor, al consumidor, a la sociedad.
Uno de los factores más importantes para garantizar el aumento de la producción es la automatización de los cultivos. El control del cultivo agrícola se basa en las variables físicas y químicas necesarias para su crecimiento óptimo, así como en materiales y productos esenciales para evitar plagas y bacterias. A continuación, se presenta una tabla con las variables más relevantes, esto no significa que no existan otras que también se deben monitorear y/o controlar: Temperatura (15-20 °C), Humedad (80-90%), Conductividad CE (2.2 – 2.8 mS/cm), PH(6.2 – 6.5), CO2(450-550 ppm), Plástico (Calibre 5-6 con filtro UV), Malla (Polietileno de 50), Gotero(Auto-compensado), Fibra de coco (Power 50), Radiación solar (Joules/cm2).
El control de estas y otras variables de forma especializada, según el artículo “La innovación en la producción de tomate en Colombia” (2), podría permitir producciones cerca de los 45Kg/m2, además de obtener un producto de mayor calidad con menos residuos de productos químicos, lo que ya es un avance muy importante para la horticultura en Colombia.
Es por ello que AgroSmart, un laboratorio automatizado para el cultivo de hortalizas, se creerá con el fin de garantizar un aprendizaje acelerado en los procesos de cultivo de hortalizas haciendo uso de nuevas tecnologías, permitiendo a toda la sociedad beneficiarse del conocimiento adquirido para que pueda ser aplicado en cada uno de sus procesos.
(1) (http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/agropecuario/enda/ena/2019/boletin_ena_2019.pdf)
(2) (https://blog.croper.com/la-innovacion-en-la-produccion-de-tomate-en-colombia/), El proceso actual para cultivar hortalizas para la mayoría de los agricultores se basa en lo tradicional: preparar la tierra, sembrar semillas, regar las plantas y recoger la cosecha. Es poco tecnificado y sin innovación;muchas veces no se obtiene la producción y retribución económica deseada luego de todo el trabajo ejecutado, lo que con el tiempo desmotiva al campesinado, que termina vendiendo sus tierras o utilizándolas para cultivos ilícitos colocando en riesgo la integridad de sus vidas y las de sus familias.
Agro Smart nace con la filosofía de brindar una nueva oportunidad de regresar al campo y aprovechar todo su potencial para ser la despensa de la región, haciendo uso de la tecnología como lo hacen las grandes empresas en diferentes países y algunas pocas en Colombia.
Para ello, se ha pensado como solución construir un laboratorio automatizado que permita el aprendizaje acelerado en los procesos de cultivo de hortalizas haciendo uso de nuevas tecnologías: instalación de sensores que permitan controlar la temperatura, el aire y otros factores más que afectan el crecimiento de las plantas. Inserción de nuevas técnicas y materiales de sembrado que garanticen una mayor producción reduciendo el consumo de químicos y mayor concentración de mano de obra en la recolección, clasificación y distribución de la cosecha.
Siendo así una propuesta educativa abierta a diferentes sectores y personas del campo que quieran fortalecer sus conocimientos en el área del agro y en especial en cada uno de sus procesos de cultivo con el fin que puedan fortalecerlos para así poder mejorar sus cosechas y ser más eficientes en su producción.
Y finalmente, desde lo social, es inclusiva para aquellas personas que tienen discapacidades leves y que debido a estas no consiguen ejercer una labor que les garantice una mejor calidad de vida., Cumple

2022
Antioquia
Guarne
Proyectos Con Aportes De Terceros (PAT)
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