De acuerdo con Lorena Raquel Pérez-Floriano, en su estudio Estigma, símbolos corporales y discriminación de personas consumidoras y sus familiares: “el tatuaje conlleva un sentido de comunidad y un efecto de auto segregación entre las personas usuarias que las hace también ajenas, diferentes y por lo tanto segregadas y estigmatizadas por el resto de la sociedad”
Estudios desarrollados por el Psicólogo Nicolás Guéguen de la Universidad de Bretaña-Sur, que han formulado la pregunta sobre ¿cómo ven los hombres a las mujeres tatuadas? Una investigación desarrollada en Francia, donde vive Guéguen, se encontró que el 12% de las mujeres tienen algún tatuaje, mientras que, en Estados Unidos, la cifra se eleva al 23%. Entre los hallazgos de Guéguen también se ha concluido que a pesar de los pocos estudios que han fijado la atención en la percepción masculina en relación con mujeres tatuadas, se ha encontrado que estas mujeres son vistas, generalmente, de manera negativa.
Desde el contexto local, la ciudad de Pasto, capital del Departamento de Nariño, ha sentido también el auge de la expresión del “mundo tattoo”, el entorno del tatuaje, sus estéticas y particularidades. Se calcula que esta tendencia se ha incrementado con mayor fuerza durante los último once años, aunque se estima que hay tatuadores que han ejercido el oficio desde al menos hace 25 años aproximadamente.
Según los pioneros en el tema, se calcula que, en la actualidad, 1 de cada 10 mujeres, entre los 18 y 32 años tiene algún tipo de tatuaje. De acuerdo con Mario Andrés “Chinotown” (tatuador de la ciudad de Pasto) la recurrencia de las mujeres es significativa. 5 de cada 10 clientes son mujeres. De cada 5 mujeres que acuden al taller de Mario Andrés, 3 llegan por primera vez a tatuarse y las otros 2 acuden por nuevas grafías. Lastimosamente la respuesta de los entornos no se ha hecho esperar, pues muchas de estas mujeres manifiestan ser discriminadas en sus contextos familiares, sociales, laborales y académicos.
“Mujeres y piel” emerge entonces como una posible conversación cultural. Los relatos, la exposición fotográfica que muestra estas señales, estos lenguajes, estas manifestaciones comunicativas que el tatuaje explora, son parte de una historia que no pueden seguir constituyéndose en objeto de estigma para quien lo porta. Detrás de cada mujer tatuada hay un ser humano que ha encontrado un camino para manifestar emociones, sentimientos, ideas, concepciones de vida, que, al ser llevadas al lenguaje del tatuaje se cargan de simbolismos, percepciones y otras lecturas que desde los imaginarios tradicionales terminan por constituirse en mecanismos de resistencia y estigmatización.
Exponer a las mujeres y sus historias, resignificar el tatuaje y la relación con sus portadoras, hace parte de la función comunicativa de la exposición fotográfica “Mujeres y piel”. Casi que, a manera de un experimento social, abierto, público y libre, la interrelación de la imagen con los públicos y las mujeres que contarán su historia, esta exposición se constituye en un primer referente de este tipo de contenidos que no cuentan con registro reciente en la ciudad.
“Mujeres y piel” también quiere contribuir a generar un lenguaje incluyente, sensible y conciliador entre los observadores, los imaginarios tradicionalistas y las mujeres protagonistas de esta historia retratada en la fotografía y narrada en la investigación. Naturalizar, de alguna manera, esta expresión gráfica que tiene a la piel como lienzo para la circulación de un mensaje, puede ayudar, en muchos aspectos, a disminuir los niveles de violencia, de señalamiento y discriminación que encasilla a las mujeres tatuadas., “Mujeres y piel” es un ejercicio de investigación social que explora las formas estigmatizantes y la discriminación que recae sobre mujeres tatuadas. La introspección se constituye en un mecanismo para abordar, desde el diálogo y la escucha, una serie fotográfica que represente la diversidad del mundo femenino y las maneras en que estas mujeres son señaladas por los prejuicios sociales.
“Mujeres y piel” adquiere forma a través de las fotografías que además cumplen con una estética teatralizada. El contenido visual se traza desde las connotaciones sensuales e irreverentes al estilo de Erwin Olaf, (fotógrafo holandés) que en la línea general de sus obras existe una atmósfera fantástica que se acaba volviendo oscura y en la que trata de abordar temas sociales como la violencia, la sensualidad y temas tabúes. Esta búsqueda estética tendrá la responsabilidad de conmutar un mensaje esencial: “estar tatuada no te hace mejor o peor persona”.
Las acciones a desarrollar de cara al diseño de la exposición “Mujeres y piel” contemplan la identificación, la escucha, el reconocimiento, el registro, la exposición y la circulación pedagógica del contenido fotográfico. El proyecto se desarrolla en la ciudad de Pasto, sur de Colombia, territorio fronterizo con el Ecuador. Su tradición conservadora, su histórico vínculo con la religión católica y otros preceptos, han constituido unas maneras culturales que se traducen en formas propias de la estigmatización y el señalamiento social. Directamente el proyecto interactúa con 15 mujeres identificadas como mujeres portadoras de tatuajes que narran historias de discriminación, violencias o estigmatizaciones por esta condición de su identidad.
Además, “Mujeres y piel” espera beneficiar al público en edad escolar como audiencias y espectadores de la exposición pública y abierta, así como a los públicos de las bibliotecas y circuitos complementarios por donde se espera circular la exposición., Los objetivos del proyecto son específicos y se dirigen a una población vulnerada y estigmatizada. Contribuye a la pedagogía de la convivencia y tolerancia. Plantea acciones pertinentes mediante herramientas artísticas y de divulgación al visibilizar a través de testimonios y retratos fotográficos las experiencias e inconvenientes de inclusión social, familiar y laboral al que es sometido este grupo poblacional en un contexto muy conservador e intolerante que coarta la libre desarrollo de la personalidad. Se recomienda detallar las características del book a imprimir;tamaño, papel y encuadernación.