Los territorios focalizados para este proyecto son Ciénaga de Oro y Lorica, municipios del departamento de Córdoba, y Santiago de Tolú, municipio del departamento de Sucre.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística- DANE (2018) Córdoba cuenta con aproximadamente 1.784.783 habitantes de los cuales el 50,2% son mujeres y el 49,8% son hombres. Del total de esta población 873.743 personas viven en las cabeceras urbanas y 681.853 en las zonas rurales. Por otro lado, Sucre cuenta con 904.863 habitantes, de los cuales 48,1% hombres y 51,9% mujeres, de las cuales 569.089 personas viven en las cabeceras urbanas, y 335.774 distribuidas en las zonas rurales.
Córdoba y Sucre, ambos bañados por los Ríos Sinú y San Jorge, poseen una geografía variada, un clima tropical lluvioso, y tierras fértiles productoras de diversos frutos, que han generado una activa relación entre el medio ambiente, y una sociedad agraria que lo ha habitado durante siglos, creando y construyendo tradiciones locales vinculadas a la transformación de los alimentos en platos tradicionales que transmiten sabores e irradian saberes.
A nivel económico, las actividades y sectores que más peso tienen dentro del PIB en Córdoba y Sucre son la administración pública y la defensa, la hostelería, la industria de manufactura y el sector agropecuario, primando la ganadería, la agricultura y la pesca (DANE, 2018). Aún con este escenario, existe una problemática muy marcada alrededor de la informalidad laboral en ambos departamentos, pues cerca del 81% de las personas ocupadas no cotiza al sistema de pensión, por lo cual se consideran informales.
Así mismo, la pobreza monetaria (que corresponde a 45,8%) y la inestabilidad económica son fenómenos que se materializan como consecuencia de un contexto económicamente rudo para los independientes y en el cual la población no ha contado con acceso a oportunidades y/o servicios de primera necesidad como la educación, por lo que la cocina tradicional representa una salida a aquellas familias que tienen los saberes y los transforman como actividad comercial principal, a pesar de ello esta actividad no cuenta con el valor y reconocimiento pertinente para el aporte cultural que brinda y caracteriza a la región.
La cocina tradicional del caribe es la fusión de historias, productos y técnicas de diversos orígenes, que engloba sabores africanos, criollos, latinoamericanos, y de medio oriente. Estas tradiciones ancestrales culinarias representan a las cocinas tradicionales, patrimonio inmaterial de la humanidad, caracterizadas por ser únicas y diversas en cada territorio, son aquellas que por años han construido y transformado el tejido social del Caribe Colombiano, Colombia, y el mundo.
A raíz del proyecto “Encuentro de Sabores Tradicionales” ejecutado durante el último año, hemos logrado identificar que ambos departamentos se destacan por su variedad cultural y sus múltiples tradiciones culinarias. Ciénaga de Oro por los dulces de semana santa, Lorica por sus platos y sabores del Medio Oriente, y Tolú por su sabor fusión, lo que los ha convertido en destinos turísticos con un gran potencial. Sin embargo, así como sucede con varias zonas de Colombia, tales tradiciones culinarias y culturales suelen ser ajenas a las demás regiones del país, por el mismo hecho de que la población desconoce e ignora tal riqueza cultural.
Por lo que, el reconocimiento como comunidades que mantienen el patrimonio inmaterial de la región es reducido, lo cual afecta la protección de sus saberes y sabores, riqueza cultural de sus territorios que en estas comunidades reposa.
De allí, la necesidad de promover la formación cultural, y el reconocimiento identitario de las comunidades en los territorios a través de la educación, que permitirá aumentar la incidencia cultural, así como identificar oportunidades de crecimiento y sostenibilidad para la población.
“Fogones ancestrales: cocina tradicional y patrimonio en el Caribe colombiano” pretende contribuir a la protección del patrimonio inmaterial de las cocinas tradicionales a través de la formación, el fortalecimiento de habilidades en comunicación, la comunicación intergeneracional, y la difusión, como mecanismos para la sistematización y, por tanto, la protección de los saberes ancestrales de las comunidades beneficiarias en los municipios de Ciénaga de Oro, Lorica, y Santiago de Tolú.
Fogones ancestrales se desarrolla bajo la línea metodológica del Programa de Desarrollo Socioeconómico de ACPO, que con un enfoque diferencial y de género, brindará conocimientos, competencias y prácticas a 90 beneficiarios directos, 30 participantes por municipio distribuidos en hombres y mujeres con edades entre los 40 y 50 años, quienes a través del diálogo intergeneracional impactarán de forma indirecta a 150 jóvenes de las comunidades entre los 24 y 28 años.
Para lograrlo, la implementación técnica del proyecto se realizará por medio de las siguientes herramientas de impacto: la plataforma Escuelas Digitales Campesinas (EDC), los cursos de “asociación y emprendimiento” y “Gestión MIPYMES”. Así mismo, la convergencia de medios, que incluye al periódico digital de ACPO Elcampesino.co, los talleres de formación, los encuentros experienciales, y el acompañamiento de facilitadores en terreno.
Dentro de la plataforma EDC se alojan los cursos “asociación y emprendimiento” y “Gestión MIPYMES”, cursos de entre 40 y 20 horas con un periodo de ejecución hibrido de 8 semanas cada uno. A través de los cuales el proyecto pretende brindar los conocimientos requeridos, promover la asociación, la formalización de actividades comerciales, y la generación de ingresos para su sostenibilidad económica a partir de sus conocimientos, y respondiendo al mercado cultural, que durante los últimos con el apoyo institucional al turismo y expresiones artísticas ha crecido en los departamentos.
Estas herramientas serán el medio para formar, capacitar y por tanto contribuir a la protección del patrimonio inmaterial de las cocinas tradicionales. A través del autoconocimiento las comunidades se identificaran como actores culturales que promueven y protegen sus saberes y sabores del olvido. Lo cual, nos permitirá construir y brindar como producto de herencia cultural regional y del proyecto un recetario digital y físico, con un número de ejemplares impresos limitados.
Este recetario expondrá el proceso de sistematización de las historias, los saberes, sabores, y el saber hacer de las comunidades desde el territorio. Para el cual, el proyecto contará con un componente de difusión que visibilizará el producto en medios de comunicación propios y de organizaciones aliadas. Así mismo, los/las beneficiarios/as participarán en ferias gastronómicas locales y regionales con el propósito de compartir su experiencia, y contribución a la protección de las cocinas tradicionales como patrimonio inmaterial de ellos/as mismos/as, los territorios, las futuras generaciones, Colombia, y el mundo.
Al finalizar el proyecto las mujeres y hombres de las comunidades beneficiarias contarán con habilidades de liderazgo, conocimientos transversales, y herramientas esenciales para el desarrollo de su proyecto de vida. Se convertirán en ciudadanos activos, promotores de la enseñanza, fomento, y protección de las cocinas tradicionales, patrimonio inmaterial del caribe colombiano., Los departamentos de Córdoba y Sucre, bañados por los Ríos Sinú y San Jorge, poseen una geografía variada, un clima tropical lluvioso, y tierras fértiles productoras de diversos frutos, que han generado una activa relación entre el medio ambiente, y una sociedad agraria que lo ha habitado durante siglos, creando y construyendo tradiciones locales vinculadas a la transformación de los alimentos en platos tradicionales que transmiten sabores e irradian saberes, este, el patrimonio inmaterial de las cocinas tradicionales en Córdoba y Sucre se desvanece con el relevo generacional y el transito a nuevos espacios, es por ello que el proyecto pretende contribuir a la protección de los conocimientos y practicas culturales en los municipios de Ciénaga de Oro, Lorica, y Santiago de Tolú, con la participación de 30 hombres y mujeres de cada municipio, a través de la enseñanza cultural, el reconocimiento propio, el desarrollo de habilidades en comunicaciones, y el fortalecimiento comunitario y asociativo, que plasmarán la herencia cultural de la cultura culinaria caribe en un recetario autentico y significativo para las bases culturales de la región., Tras el proceso de subsanación, el titular ha ampliado considerablemente la información con referencia la problemática que da origen al proyecto, así como la coherencia general entre objetivos, actividades y metodología.